Si bien la vida trae sus dosis de dificultad y pena, también nos brinda posibilidades de disfrutar, compartir la alegría y la amistad. Y en esta ocasión con música en vivo: el grupo Harawi, que en los dos últimos años nos ha acompañado en la fiesta de verano, estuvo tocando nuevamente para nosotros. Ellos son especialistas en ritmos latinos super bailables, así que tuvimos el buen ambiente garantizado. En cuanto terminó la misa pasamos al salón, donde la orquesta ya estaba lista para tocar. Inicialmente hubo fila para degustar las deliciosas empanadas y la bebida, y poco después empezamos a bailar.
¡Damos gracias a Dios por esta linda oportunidad de compartir la vida y la alegría en comunidad!
