A continuación las palabras del padre Tobías, en relación a la triple fiesta celebrada el 29 de septiembre en nuestra iglesia:
Queridos hermanos y hermanas,
como habíamos anunciado, el domingo pasado a las 12:30, nuestra Comunidad Católica de Lengua Portuguesa y la Comunidad Católica de Lengua Española celebraron una eucaristía conjunta en la iglesia de Allerheiligen. La motivación fue triple:
– La jornada Mundial del Migrante y del Refugiado
– La Fiesta de San Juan Bautista Scalabrini, obispo, Padre de los Migrantes y fundador de la Congregación Scalabriniana a la cual pertenecemos los padres Tobias, Agustinus y Gerardo
– Mis 25 años de Sacerdocio
El Evangelio que escuchamos fue la parábola del Buen Samaritano (Lc 10,30-37) que muchos conocen bien. La parábola trata sobre la pregunta de quién es nuestro prójimo. Uno de los detalles más interesantes es que los samaritanos eran considerados extranjeros. Otro detalle importante es entender que el buen samaritano es imagen del mismo Jesús: de hecho, Jesús, siendo Dios, entra en este mundo como extranjero y nos salva. De esta forma, Jesús en la vida real y el samaritano en la parábola muestran que, en verdad, Dios camina con su pueblo. Este fue el lema del mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado de este año. Y puedo decir que este es realmente el objetivo de mi vocación sacerdotal: como extranjero que soy y siempre he sido en las comunidades donde he estado, intentar mostrar que Dios camina con su pueblo, también en la migración, también lejos de la propia tierra, y, si es necesario, como dije en la S. Misa, incluso en la prisión. Creo que mi vocación es muy hermosa y estoy muy agradecido al Señor por todo lo que he experimentado a lo largo de estos 25 años de sacerdocio. No siempre ha sido fácil, pero todo ha servido para crecer y responder mejor al llamado de Jesús.
Quiero concluir diciendo que disfruté enormemente la fiesta: me gustó ver a las dos comunidades unidas, me gustó encontrarme y hablar con tantas personas conocidas, me gustó sentirme acogido con tanta amistad y cariño. Parece que a muchos les gustó la propuesta de una celebración anual conjunta en el Día Mundial del Migrante y del Refugiado, que siempre es el último domingo de septiembre. Personalmente, también me gusta la idea.
Agradezco de corazón a todos y todas los que colaboraron para que esta fiesta fuera tan hermosa.
Con un abrazo para todos,
P. Tobias
Administrador Parroquial de la Comunidad de Lengua Portuguesa de Frankfurt
Al finalizar la Eucaristía tuvo lugar un «asado solidario». En esta ocasión todo lo recaudado será dirigido en apoyo a la fundación Kinder Hoffnung für Lateinamerika.