Una vez más fuimos convocados todos los hijos de María Santísima, para celebrar con ella la fiesta de su inmaculada concepción. De modo especial fuimos invitados los extranjeros que, a pesar de rezar cada uno en nuestra propia lengua materna, nos encontramos unidos como hijos del mismo Padre celestial, y herederos de la misma Madre, la Virgen María.
La santa misa estuvo enriquecida con diferentes ofrendas de las distintas comunidades, y con lecturas en diferentes idiomas. Al finalizar la misa tuvimos una linda procesión por las calles con la imagen de la Virgencita, y bendición solemne con Jesús sacramentado. Posteriormente tuvimos un espacio para compartir, con extraordinarios sabores gastronómicos propios de las diversas naciones que allí nos dimos cita.
Esta santa misa fue organizada por el Consejo de Comunidades de Otra Lengua Materna en la diócesis de Limburg, del que nosotros hacemos parte.