El Grupo de Liturgia prepara, anima y participa en todas las celebraciones litúrgicas de la comunidad (la santa misa, y los distintos actos de piedad).
Tenemos encuentro presencial el último sábado de todos los meses pares. Este es un grupo abierto, así que todos son bienvenidos(as)! Si quieres saber más, escribe a viviana.rodriguez[at]misionfrankfurt.de, o a misionfrankfurt[at]gmail.com, y déjanos tus preguntas o inquietudes; con gusto las resolveremos!
Dirige: Viviana Rodríguez
Próximos encuentros:
- Sábado 25 de noviembre, a las 19:00 hrs sala 3
- Sábado 27 de enero, a las 19:00 hrs, sala 3
- Sábado 2 de marzo -todo el día-. Jornada de formación
TIEMPO ORDINARIO:
El calendario de la Iglesia no se divide en meses y días, sino en tiempos litúrgicos! Cada tiempo se distingue por un color concreto, y está dedicado a contemplar un aspecto concreto de la vida de Jesús, y de la Iglesia misma. Y para vivir plenamente algunos de estos tiempos -por ejemplo el adviento y la cuaresma-, la Iglesia nos pide asumir actitudes concretas de vida.
Actualmente estamos viviendo el segundo bloque del llamado «tiempo ordinario», es decir, tiempo cotidiano de cada día. Durante este tiempo contemplamos el diario vivir de Jesús, que se encuentra con nosotros en los momentos sencillos de la vida. Es un tiempo de gracia, en el que el Señor es nuestro compañero continuo y permanente, fiel y sincero, que nos va indicando e iluminando cada paso del camino.
Este tiempo concluye con la fiesta de Cristo Rey del Universo. Una semana después, iniciará el siguiente año litúrgico, con el tiempo de Adviento.
ADVIENTO:
Es el primer tiempo litúrgico del año. Empieza justamente una semana después de la fiesta de Cristo Rey, y termina el día anterior a la fiesta del Nacimiento del Señor (Navidad).
El adviento es tiempo de preparación gozosa del corazón, para que sea digna morada de Dios, que viene a habitar en nuestro interior más profundo. Esto se ve reflejado en muchos signos: la corona de adviento, con la que vamos marcando el paso de las semanas, y en torno a la cual nos reunimos en familia para contemplar los misterios de la encarnación de Dios. Así mismo la decoración de la casa, que incluye la elaboración del pesebre, el árbol de navidad, la disposición de luces y adornos propios de la época.
Sin embargo la preparación principal se debe dar en nuestro interior: hace falta limpiar la casa interior a través del arrepentimiento y la confesión, y adornarla espléndidamente mediante la reconciliación y las obras de misericordia.
CUARESMA:
Este es un tiempo fuerte en la Iglesia, en el que nos dedicamos a prepararnos adecuadamente para celebrar la pascua de Resurrección. El nombre «cuaresma» nos recuerda el número 40, que es muy simbólico en las Escrituras: 40 días estuvo Moisés en el monte antes de descender con las tablas de la ley, 40 días estuvo Elías en el Horeb conversando con Dios, 40 años anduvo el pueblo de Israel por el desierto, 40 días estuvo Jesús ayunando antes de empezar su ministerio, 40 días estuvo apareciéndose a sus discípulos antes de la ascensión, etc. En todos estos casos, los protagonistas de la historia estuvieron sosteniendo un encuentro íntimo y directo con Dios. Y para eso es la cuaresma: para apartarnos de lo cotidiano y dar tiempo al encuentro con Dios, privarnos de los placeres habituales en un esfuerzo por dominar nuestros instintos primarios y prepararnos para combatir y vencer las tentaciones, y renunciar a aquello que poseemos y que otros necesitan. Así, mediante las prácticas cuaresmales: oración, ayuno y limosna, nos preparamos para vivir adecuadamente la semana santa, que culmina con la gloriosa pascua.
El tiempo de cuaresma empieza el miércoles de ceniza, y termina el jueves santo antes de la misa de la última cena del Señor.