Peregrinar al Santuario de Lourdes es una experiencia inolvidable que te invitamos a vivir. María acoge con amor a todos aquellos que se acercan hasta este sagrado lugar ubicado en los Altos Pirineos franceses, y que llegan desde los cinco continentes: personas de diferentes procedencias, culturas, lenguas y edades; incluso personas de otras creencias, que llegan allí con hambre y sed de Espíritu Santo aún sin saberlo. A pesar de esta gran diversidad, todos tienen en común unas actitudes y unos gestos: recorren el camino hasta la Gruta de Massabielle, y tocan la roca; rezan y renuevan su fe en la Virgen, conocen los lugares donde vivió Bernadette, y rememoran los hechos acaecidos en 1858 (cuando ocurrieron las apariciones de la Virgen).