La manera más perfecta de preparar el corazón para vivir plenamente el misterio de la Navidad es mediante el amor transformador de Dios, que quiere sanar todas las heridas que llevamos y que a muchos de nosotros nos acompañan desde hace ya demasiado tiempo.
El padre Emmanuel C. Aguilar, Misionero Scalabriniano de la Comunidad de Bern (Suiza) y Paulina Mamiaga, Mentora – Coach de la Comunidad de Augsburg, prepararon con mucho esmero una jornada de retiro espiritual y acompañamiento activo en esa preparación a la que nos llama la Iglesia en el tiempo de Adviento.
En lo espiritual, pudimos adentrarnos en el significado profundo del Adviento desde una perspectiva cristiana, confrontando nuestro concepto de esperanza frente al concepto que manejan los hebreos y los griegos, comprendiendo así la diferencias y disponiéndonos a reconocer la intervención de Dios en nuestras vidas aún en los acontecimientos dolorosos. Del mismo modo nos abrimos al reconocimiento y la distinción entre el perdón y la reconciliación, comprendiendo la necesidad imperiosa de lo primero, y descubriendo en ello la clave para sanar las heridas y reconstruir áreas interiores previamente rotas.
Para recordar: el nacimiento de Jesús estuvo enmarcado en la precariedad, la dificultad, las carencias y la impotencia; esto, sumado a la vulnerabilidad del niño que nos mira desde un pesebre, pobre y carente de tantas cosas básicas, es una invitación a reconocer también nosotros nuestras propias precariedades, carencias, impotencias, zonas rotas: nuestra pobreza. En el Adviento no debemos disimular nuestra realidad con oropeles y sonrisas huecas: Quien reposó en un pesebre, desea recostarse en nuestra pobreza y debilidad humildemente reconocidas.
En la parte práctica, pudimos acceder a ejercicios concretos de introspección y reconocimiento de realidades interiores que constituyen heridas, que a su vez afectan nuestras relaciones actuales (con nosotros mismos, con los demás y con Dios), y que nos impiden vivir a plenitud la gracia que Dios quiere derramar en nuestra vida. Aquí están los talleres prácticos, por si quieres descargarlos y trabajarlos tú también:
Taller 1: Reconociendo las heridas de la infancia
Taller 2: Las heridas de la infancia en nuestras relaciones actuales
Taller 3: Reconstruyendo relaciones: un camino hacia la reconciliación
¡Agradecemos a la comunidad por la participación, y por la oración continua de intercesión!