Este 2025 la cuaresma empezó el 5 de marzo, con el miércoles de ceniza. La ceniza es un signo externo del reconocimiento de nuestra finitud (polvo somos y al polvo volveremos), y de nuestro propósito de emprender un camino de conversión. La Iglesia nos ofrece diferentes medios para ayudarnos. Estos medios son:
– la oración. Es decir, el diálogo profundo y constante con Dios (Mt 6, 5-6)
– el ayuno, porque no solo de pan vive el hombre. Naturalmente, lo ideal es compartir con alguien necesitado aquel bocado del que nosotros voluntariamente nos podemos privar (Mt 6, 16-18). Junto con el ayuno, está también la abstinencia, que nos ayuda a trabajar en el «dominio propio» (si conseguimos abstenernos de algo que merecemos -sea comida, o sea algo que sencillamente nos guste mucho, por ejemplo tiempo de navegación en redes sociales, golosinas, etc-, entonces con mayor razón conseguiremos negarnos al pecado). Y finalmente,
– la limosna. Esto es, las obras de misericordia. Porque las obras dan testimonio de nuestra fe, y son justamente lo que nos hace dignos de ser contados entre los «benditos de Dios» (Mt 25, 34-40).
AQUÍ PUEDES LEER LA CARTA DEL PAPA FRANCISCO PARA ESTA CUARESMA 2025
¿Quieres saber más sobre la cuaresma? ¿Deseas iniciar en serio tu camino de conversión? ¡Déjate acompañar! Contacta al párroco y pídele una cita para «dirección espiritual». Él, como pastor de la comunidad, con gusto acompañará a cada ovejita que se lo pida. ¡Anímate!
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